Los Cartoneros

Hice Los Cartoneros en 2005. En ese momento, era un estudiante de Ciencias Políticas de Estados Unidos y estaba terminando mi último semestre en Buenos Aires, Argentina.
Cuatro años antes, en 2001, la economía del país colapsó y miles de personas perdieron sus empleos y los ahorros de toda la vida. Ahora, en cada calle, en cada barrio y a toda hora, hay gente que revuelve bolsas de basura en busca de materiales reciclables para luego venderlos en depósitos por unas pocas monedas.
La mayoría de la gente me decía “Sólo son los cartoneros. Son vagos”.
Después de investigar un poco, me di cuenta de que “los cartoneros” no eran vagos, sino una parte de la población que alguna vez tuvo un empleo digno y que luego se vio forzada a crear nuevas actividades para sobrevivir con el objetivo de satisfacer sus necesidades básicas. Ellos constituyen una manifestación de la verdadera identidad de Argentina como país subdesarrollado y como uno de los países más damnificados por la globalización.
Sin embargo, no hice esta película para señalar la injusticia de la globalización. Hice esta película porque quería mostrar que los cartoneros son seres humanos a pesar de que viven de los desechos del resto de la sociedad, que son personas que tienen una historia, familias, deseos, intereses y trabajos. Y cuando el público se da cuenta de esto, el cartonero se convierte en Juanchi, o en Juan Carlos, o en Florencia o en Ivana. Cada uno con una identidad, con un rostro y con una sonrisa.
Pero considerar a los cartoneros como seres humanos sólo es el primer paso para crear un cambio. El próximo paso es reconocer que esta situación no se produce sólo en Argentina, sino que es el resultado de un sistema de comercio mundial que crea riqueza para pocos y margina a muchos. Las empresas, los gobiernos y los bancos internacionales trabajan para promover un plan de “comercio libre”, a pesar de que éste claramente perjudica a los trabajadores y no crea un desarrollo sostenible para todos.
Me gustaría que la gente considere este documental como una invitación a ser testigo de un pantallazo de humanidad y humildad, como un día en la vida de otra persona, y también como una invitación a asumir nuestra responsabilidad como ciudadanos del mundo para trabajar juntos por un cambio.

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Sinopsis
Juanchi, un joven de 21 años proveniente de una pequeña ciudad en las afueras de Buenos Aires, mantiene a su familia con lo que gana buscando cosas en la basura. Seis días a la semana, Juanchi recorre las calles de la capital de Argentina en busca de cartón y otros materiales reciclables, con la esperanza de vender lo que obtiene en un depósito de reciclado. Como miles de argentinos, él es “un cartonero”. Es muy común verlos en los ruidosos bulevares de Buenos Aires. Ellos forman parte de la economía informal en alza, que aumentó en forma drástica después del colapso económico que tuvo lugar en 2001. En la actualidad, mientras el gobierno se esfuerza para saldar la deuda externa y encontrar una posición sólida dentro de una economía global que está en cambio constantemente, los cartoneros continúan estando presentes en el discurso de Argentina. ¿Los beneficios del comercio libre alcanzarán a personas como Juanchi? ¿Qué relación tiene el vínculo que la Argentina mantiene con el FMI y el Banco Mundial con la lucha de los cartoneros por sobrevivir día tras día?
Los Cartoneros explora la relación entre la globalización y la pobreza, y en qué medida éstas afectan la vida de las personas que luchan por vivir dentro de este contexto.